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Importancia de una comunidad educativa formada en técnicas de reanimación cardiopulmonar

Título

Importancia de una comunidad educativa formada en técnicas de reanimación cardiopulmonar

Autores

Víctor Fradejas Sastre
Autor/a para correspondencia

Diplomado en Enfermería. Experto en Urgencias y Emergencias. Enfermero del servicio de Críticos Cardiológicos del HUMV.

victorfradejas@gmail.com

Pablo Pérez Velasco

Graduado de Enfermería. Máster de Especialización en Cuidados de Enfermería de Urgencias y Emergencias.

Resumen

Con el paso de los años el pronóstico de la Parada Cardiorrespiratoria no ha mejorado de forma significativa, constituyendo, por su incidencia y alta mortalidad, un problema de salud de gran importancia en los países desarrollados.

A pesar de la existencia de los servicios de emergencias sanitarias se ha demostrado que la Reanimación Cardiopulmonar realizada por parte de los testigos juega un papel importante, siendo una técnica de fácil aprendizaje y ejecución que consigue incrementar drásticamente las probabilidades de supervivencia.

La metodología del presente trabajo consiste en la realización de una revisión bibliográfica con la finalidad de demostrar la necesidad de introducir la formación en técnicas de Reanimación Cardiopulmonar dentro de la comunidad educativa.

Conociendo que la edad adecuada para aprender las técnicas básicas de reanimación es a partir de los 13 años, y no existiendo en la actualidad la formación en este ámbito dentro del programa educativo,  la Enfermería, como parte responsable de la educación para la salud de la sociedad, su prevención y promoción, debe proponer y garantizar a la comunidad educativa este tipo de formación

Abstract

Over the years, prognosis after Cardiorespiratory heart arrest has not improved significantly. It is an important health problem in the developed countries due to its incidence and high mortality.

Despite of the availability of emergency, it has been proved that the Cardiopulmonary resuscitation performed by witnesses plays an important role. Not only it is easy to learn and carry out this technique, but also it drastically increases the chances of survival.

The work's methodology consists of a literature review in order to demonstrate the need to introduce the Basic Life Support training to educational community.

It is known that 13 years of age is the right age to learn Basic Life Support. There isn't today a training program on Cardiopulmonary Resuscitation within educational community. Nursing, as a responsible party to the education, prevention and promotion the health in society, should suggest and ensure this kind of training programs to educational community.

Artículo

foto portada

1.- INTRODUCCIÓN

A pesar de los adelantos científicos y técnicos de la medicina, el pronóstico de la “Parada cardiorrespiratoria” (PCR) no ha mejorado de forma significativa con el paso de los años, entendiéndose esta como,  la interrupción brusca y potencialmente reversible de la respiración y la circulación. La parada cardiaca por Fibrilación Ventricular (forma de paro cardiaco con actividad desorganizada y errática) es la causa más frecuente de muerte súbita y principal responsable de la mortalidad en el infarto agudo de miocardio1, constituyendo, por su incidencia y alta mortalidad, un problema de salud de gran importancia en los países desarrollados. La incidencia de muerte súbita de causa cardiaca en España es de al menos 60 casos anuales por cada 100.000 habitantes y la incidencia de PCR tratadas es de 24 por cada 100.000. Con estos números, se calcula que en España se producen más de 25.000 muertes anuales antes de que el paciente pueda recibir asistencia sanitaria2.

Un elevado porcentaje de estas PCR (entre 40%) se producen en la vía pública1. Algunos de estos casos, pueden ser reanimados con éxito si la reanimación cardiopulmonar básica1 se inicia lo más pronto posible (1 a 4 minutos) y es seguida en el plazo de 10 minutos de una adecuada reanimación cardiopulmonar avanzada por personal sanitario. El pronóstico de supervivencia en los pacientes con PCR permanece pobre, entre el 4% y el 33%3, y depende principalmente de la organización de la cadena de supervivencia. Como hemos mencionado, sabemos que la supresión de la circulación sanguínea durante varios minutos causa daños irreversibles en el cerebro, reduciendo las posibilidades de supervivencia hasta en un 10-12%4 por cada minuto que transcurre sin asistencia, por lo que los primeros auxilios realizados por los testigos, juegan un papel importante en la medicina de emergencia, constatando en diversos estudios que si los testigos inician maniobras de RCP, las probabilidades de sobrevivir al evento podrían incrementarse hasta en 5 veces, sin embargo estas maniobras solo se inician en menos de la mitad de los casos5.

El eslabón más importante en la cadena de supervivencia de la “comunidad” es la persona. Ante una PCR,  el éxito de dicha cadena depende de la persona que entiende la importancia de la activación del sistema SEM (Servicio de Emergencias Médicas) y su voluntad y habilidad de iniciar una efectiva y pronta RCP. La eficacia de la reanimación es directamente proporcional al entrenamiento recibido por la persona que la realiza e inversamente proporcional al tiempo transcurrido entre el momento en que se produjo la PCR y el inicio de una reanimación, sabiendo que la mayoría de las veces, los primeros que atienden a la víctima son sus familiares, amigos, vecinos o profesores. Por ello, es necesario que la educación en RCP básica se dirija no solamente a personal sanitario, sino que también debe implicar a la población general. Como señalan Safar y Bircher, “la enseñanza de algo de RCP a todas las personas probablemente salve más vidas que la perfección obtenida por unos pocos”6. Los ciudadanos que han sido entrenados mejoran su capacidad para actuar de manera correcta en situaciones de emergencia y, al iniciar las maniobras adecuadas de RCP, se convierten en el primer eslabón de la cadena de supervivencia.

En este sentido, aun disponiendo en la actualidad de excelentes servicios de emergencias (UVI móvil) que acuden  al lugar donde se encuentran las víctimas  en unos minutos, la eficacia de su intervención dependerá de si los testigos que presencien el suceso inician o no las maniobras de RCP en los primeros 4 minutos.

Indispensable describir el término “cadena de supervivencia”4. Se acudió a él para hacer insistencia en que la atención a la PCR precisa de todos sus eslabones y que el retraso de alguno de estos hace improbable la supervivencia.

 

RCP 

 

La explicación es la siguiente:

            1.- El primer eslabón indica la importancia de reconocer a los pacientes con riesgo de parada cardiaca y pedir ayuda con la esperanza de que una atención rápida pueda evitar la parada.

            2-3.- Los eslabones centrales de esta cadena definen la integración de la RCP y la desfibrilación como los componentes fundamentales de la resucitación precoz en el intento de restablecer la vida. Éstas deben comenzarse inmediatamente después de que se ha reconocido a la víctima.

            4.- El eslabón final, "soporte vital avanzado y el tratamiento efectivo posterior a la resucitación", se centra en la conservación de las funciones vitales, en especial del corazón y el cerebro.

 

2.- OBJETIVO

Revisar los estudios relacionados con la formación en técnicas de Reanimación Cardiopulmonar dentro de la comunidad educativa.

 

3.- METODOLOGÍA BÚSQUEDAS BIBLIOGRÁFICAS

Se realizó una búsqueda bibliográfica en las bases de datos  ENFISPO, INDEX, Cuiden, Cuidatge, Google académico y Dialnet. La búsqueda se limitó a publicaciones en español y en inglés desde el 1 de enero de 2000 al 31 de Mayo de 2012.

Se buscaron las palabras clave en título, abstract y como descriptores.

Palabras clave: Escuelas, Enfermería, Reanimación Cardiopulmonar, Enseñanza


4.- ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS

4.1 ESTADO ACTUAL DEL TEMA

Conocer las técnicas de resucitación cardiopulmonar (RCP) significa conocer cómo se pueden salvar vidas. Aprender RCP es fácil y sólo lleva unas pocas horas.

En la actualidad, y en base a esta línea de trabajo, algunos países como Canadá cuentan con programas nacionales que permiten la formación anual de miles de estudiantes de RCP básica11.

En España, ha habido experiencias piloto de enseñanza de la RCP a niños1, 2, 5, 7, 8, 12 unas publicadas y otras no. Estas, demuestran que los niños son capaces de aprender RCP Básica tan rápidamente como los adultos. Los jóvenes son capaces no sólo de aprender, sino también de facilitar y multiplicar sus conocimientos entre sus propios familiares y amigos.

Durante los últimos años se ha desarrollado una creciente actividad investigadora encaminada a encontrar la mejor metodología para introducir la enseñanza de la RCP básica en el currículum de la enseñanza obligatoria a los estudiantes. Varios de esos estudios han demostrado que es a partir de los 13 años, con un peso medio de 50 kilos13, momento a partir del cual los niños se encuentran en condiciones físicas de aplicar técnicas de RCP, y por otro lado en condiciones de desarrollo cognitivo suficiente como para asimilar la importancia de la parada cardiaca14.

La persistencia de los conocimientos en RCP básica es otro de los “caballos de batalla” de las sociedades implícitas en su difusión15. Se ha demostrado que la retención de los conocimientos y de las habilidades para aplicarla desciende rápidamente, por lo que se hace necesario cursos de recuerdo y consolidación.

En este sentido, son numerosos estudios los que demuestran que la escuela en general y los estudiantes de secundaria en particular son la población diana para introducir esta formación2.  Los jóvenes aprenden fácilmente, se motivan con facilidad, retienen conocimientos y habilidades, están exentos de la presión social y en ocasiones necesitan sentirse como “héroes” a quienes, con frecuencia, imitan. Estas razones avalan la importancia de su aprendizaje en las escuelas. En ellas, los estudiantes se forjan una buena base de conocimientos en estas técnicas, que permita en años posteriores, a través de un simple reciclaje, afianzar conocimientos e introducir los cambios novedosos en las últimas recomendaciones publicadas.

Parece pertinente incluso, por lo anteriormente argumentado, la elaboración de un Plan Nacional de Enseñanza de RCP. Esta formación es uno de los elementos claves para que los adultos del futuro dominen y practiquen las técnicas y sus conocimientos y reviertan en la protección de la salud del ciudadano. De este modo, se conseguiría introducir la enseñanza de la RCP básica en los institutos a alumnos de educación secundaria obligatoria (ESO), difundir el conocimiento de la RCP básica a la población, mejorar la supervivencia de la parada cardiaca y disminuir las secuelas en los supervivientes.

Con este Plan se conseguiría que dentro del seno de un gran número de familias hubiera un joven entrenado, un promotor de las técnicas entre los demás miembros de la familia.

Desde el año 2003, sociedades de reconocido prestigio en RCP como la Américan Heart Association (AHA) o el European Resuscitation Council (ERC) o el ILCOR (International Liaison Committee On Resuscitation) han recomendado de forma decidida que las habilidades para llevarla a cabo se enseñen en la escuela.

Conociendo que el 80% de las personas que fallecen súbitamente por una parada cardiorrespiratoria tienen un familiar o un amigo cerca15,  justifica el que poco a poco la sociedad esté lo suficientemente concienciada de la importancia de la RCP.  Será en el ambiente estudiantil donde se pueda conseguir un mayor grado de ilusión, altruismo y ganas de vivir y de salvar vidas.



4.2 JUSTIFICACIÓN DEL APRENDIZAJE DE RCP POR LA POBLACIÓN ESTUDIANTIL

La reanimación cardiopulmonar se inicia en los años sesenta con los avances en la ventilación y en la compresión torácica.

La RCP no es una técnica de hace pocos días, ya por 1958 Safar y Elan describieron la ventilación de rescate, mediante la técnica boca a boca, siendo ellos quienes presentaron en 1960 las maniobras de apertura de la vía aérea y la ventilación boca a boca7.

En el año 1960, Noruega inicia la enseñanza de la RCP a los niños en las escuelas. Posteriormente, el grupo de investigación de Peter Safar, (pionero en la introducción de las maniobras de RCP en la atención a la parada cardiaca) demostró (1978) la efectividad de la adquisición de habilidades en RCP básica en jóvenes de entre 15 y 16 años. Más tarde demostraron también que los niños de entre 10 y 12 años eran capaces de realizar las maniobras correctamente en el 100% de los casos, utilizando la técnica de auto-entrenamiento con un maniquí infantil. Se puede concluir que la escuela constituye un marco ideal para iniciar a la población en el conocimiento y aprendizaje de la RCP. 8, 9

En mayo de 1973, tuvo lugar en Washington DC8 (USA) una de las primeras conferencias nacionales sobre “Estándares en RCP y cuidados cardiovasculares de emergencia (ECC)”. Entre sus conclusiones figuraba que todos los escolares deben empezar a recibir algún tipo de entrenamiento anual en emergencia, accidentes y RCP ya desde el quinto grado (10-12 años), siendo las autoridades quienes deben esforzarse para conseguir este objetivo en el menor tiempo posible 3, 10

En el año 1990 se reconoció la importancia de la enseñanza y la formación de la RCP en las escuelas. En 1998 la AHA (American Heart Association) comenzó una evaluación a gran escala de la RCP en las escuelas de Estados Unidos. Los expertos en la Conferencia para la Guía Internacional 2000 recomendaron que se desarrollara un programa  de RCP para las escuelas, como una estrategia educacional para asegurar el aprendizaje de las técnicas, ya que un buen entrenamiento a nivel nacional, es necesario para incrementar las habilidades y realizar una correcta RCP, antes de que los profesionales de los equipos sanitarios acudan al lugar de la emergencia7.

 

Tabla

 

5.- CONCLUSIÓN

Como se ha mencionado a lo largo del artículo la parada cardiorrespiratoria sigue teniendo, a pesar de los avances tecnológicos, un mal pronóstico, reduciéndose las posibilidades de supervivencia un 10% cada minuto que pasa si la víctima no recibe soporte vital ya sea básico o avanzado. Esta cifra disminuye considerablemente si el testigo de la PCR  inicia RCP, consiguiendo que la reducción de las probabilidades de supervivencia sea de 3-4% cada minuto4, por lo tanto sería ideal que todos los ciudadanos tuviesen conocimientos de RCP.

Tal y como nos indican numerosos estudios, los jóvenes son la población diana sobre la que actuar. Para alcanzar esta quimera, habría que introducir estos conocimientos de RCP básica, dentro la formación curricular de los alumnos en la comunidad educativa. No sería muy costosa esta medida, tanto que los recursos que consume como el tiempo de implantación no suponen una gran inversión5. Se ha demostrado que la instrucción clásica con maniquí es la idónea, consiguiendo que con talleres teórico-prácticos de pocas horas, los alumnos sepan cómo actuar en estas situaciones de urgencias, siendo necesario un recuerdo programado de las técnicas para reforzar y actualizar los conocimientos.

Las técnicas de RCP básica es una técnica fácil de aprender y realizar. Las instituciones deben conseguir que todos los ciudadanos y posibles testigos directos de una parada cardiaca sepan realizar estas maniobras. Especialmente los más jóvenes, ya que como muestran numerosos estudios desde los 13 años se pueden aprender estas técnicas, siendo quizás los jóvenes entre 15-16 años la población ideal para realizar esta formación.

Con todo lo desarrollado cabe esperar que las instituciones competentes en materia de educación trabajen para conseguir esta realidad, así pues mientras esta situación acontece, la Enfermería, como parte responsable de la educación para la salud de la sociedad, su prevención y promoción, debe proponer y garantizar a la comunidad educativa este tipo de formación, bien desde los distintos Servicios de Salud, colaborando con Instituciones, Fundaciones, Asociaciones,…

Por esta razón los profesionales de enfermería debemos dar un paso adelante y ante esta situación en la que no hay regulada una formación curricular en los centros educativos, realizar intervenciones de educación para la salud y llevar a cabo mediante la realización de talleres de RCP, la formación de la población joven de nuestra sociedad.

 

6.- BIBLIOGRAFÍA

  1. Sancho Sánchez MJ, Loro Sancho N. Promoción de la salud. Curso de reanimación cardiopulmonar básica. Enferm. Cardiol [Internet]. 2000 [citado 23 Marzo 2013]; 7 (21): 36-40. Disponible en: http://www.enfermeriaencardiologia.com/revista/res2105.htm
  2. Miró O, Escalada X, Jiménez-Fábrega X, Díaz N, Sanclemente G, Gómez X, et al. Programa de reanimación cardiopulmonar orientado a centros de enseñanza secundaria (PROCES) conclusiones tras 5 años de experiencia. Emergencias [Internet]. 2008 [citado 21 Febrero 2013]; 20: 229-236. Disponible en: http://www.semes.org/revista/vol20_4/3.pdf
  3. Navalpotro Pascual JM, Fernández Pérez C, Navalpotro Pascual S. Supervivencia en las paradas cardiorrespiratorias en las que se realizó reanimación cardiopulmonar durante la asistencia extrahospitalaria. Emergencias [Internet]. 2007 [citado 21 Febrero 2013]; 19: 300-305. Disponible en: http://www.semes.org/revista/vol19_6/3.pdf
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  5. Miró O, Díaz N, Sanchez M. Aprender reanimación cardiopulmonar desde la escuela. Emergencias [Internet]. 2012 [citado 21 febrero 2013]; 24: 423-425. Disponible en: http://www.semes.org/revista/vol24_6/2.pdf
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  7. Peiró Andrés A, Sancho Sánchez MJ, Loro Sánchez N, Sancho Sánchez T, Folgado Roig J.  Experiencia en la enseñanza de la reanimación cardiopulmonar en un  grupo de adolescentes. Enferm Cardiol [Internet]. 2006 [citado 23 Marzo 2013]; 13 (37): 41-45. Disponible en: http://www.enfermeriaencardiologia.com/revista/res3706.htm
  8. Garcia Vega FJ, Montero Pérez FJ, Encinas Fuente RM. La comunidad escolar como objetivo de la formación en resucitación: la RCP en las escuelas. Emergencias [Internet]. 2008 [citado 3 Abril 2013]; 20: 223-225. Disponible en: http://www.semes.org/revista/vol20_4/1.pdf
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