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Violencia percibida y/o sufrida por el personal sanitario y no sanitario de los centros de salud de atención primaria del Servicio Cántabro de Salud

Título

Violencia percibida y/o sufrida por el personal sanitario y no sanitario de los centros de salud de atención primaria del Servicio Cántabro de Salud

Autores

Mª José Cagigas Villoslada

Diplomadas en Enfermería. Enfermera de Atención Primaria del Centro de Salud de El Astillero del SCS. Cantabria.

Silvia Ojembarrena Gallo

Diplomadas en Enfermería. Enfermera de Atención Primaria del Centro de Salud de Pisueña Selaya del SCS. Cantabria

Enara Sainz Navedo
Autor/a para correspondencia

Diplomadas en Enfermería. Enfermera eventual de Atención Primaria del SCS. Cantabria

enarasainz@hotmail.com

Resumen

Valorar las agresiones dentro del sistema sanitario, supone abordar el entorno sociológico de los profesionales y de la sociedad, caracterizada por el uso de la violencia como método para resolver conflictos. El 25% de las agresiones del sector servicios se producen en el ámbito sanitario.

El objetivo del trabajo es valorar la violencia percibida y/o sufrida por el personal sanitario y no sanitario de los centros de salud del SCS. Secundariamente, valorar la topología de la agresión, del agredido y del agresor. 

Se utiliza un cuestionario compuesto de dos partes: los datos personales y quince preguntas cerrada referidas al último acto violento sufrido.

Se registran 299 encuestas. El 76.25% de refieren haber sufrido una agresión, verbal el 91%. Porcentualmente son los administrativos (88%) los más agredidos.

El 66,2% de las agresiones es autor al paciente. El 12% de las agresiones están producidas por un compañero, siendo en un 40% de los casos la Enfermería el objeto de esta violencia.

Es alarmante el total de agresiones en nuestro ámbito de trabajo, pero más llamativo son las que tienen como autor a un compañero.

Destaca el desconocimiento de los profesionales del documento de notificación de actos violentos (40,5%) y su falta de cumplimentación

Abstract

Assessing aggression inside the health system means to study also the sociological environment professionals and society. This is characterized by the use of violence as a way in order to resolve conflicts. 25% of service sector assaults happen in the health area.

The main aim of this research is to assess the violence that the medical and non medical staff suffers or perceives, in the health centers of SCS.

The second aim is to assess the typology of the assault, the victim and the aggressor.

It used a questionnaire, which consists of two parts. The first part is personal data and the second are fifteen closed questions relating to last suffered violent act.

There are 299 registered questionnaires. 76.25% had suffered an aggression, being verbal 91%. The administrative personal, according to the percentage (88%), is the most attacked.

In 66.2% of assaults, the patient is the author of the assaults. 12% of the attacks are caused by a partner being 40% of these cases nursing staff the object of this violence.

The total of assaults is alarming in our field of work, even more it is the most striking those which are authored by a partner.

It is highlights the fact of the lack of professionals in the notification document of violent acts (40.5%) and lack of fulfillment.

Artículo

foto portada

1.- INTRODUCCIÓN, ANTECEDENTES Y ESTADO ACTUAL DEL TEMA

En nuestro país, cada vez son más frecuentes las situaciones de violencia en el trabajo dentro del medio sanitario. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), considera que las profesiones relacionadas con el sector servicios, por el estrecho contacto que mantienen con usuarios y clientes, tienen un mayor riesgo de sufrir agresiones o actos de violencia por parte de los ciudadanos1. El 25 % de las mismas se producen dentro del ámbito sanitario2,3.

La OIT define violencia laboral como toda acción, incidente o comportamiento que se aparta de lo razonable; mediante el cual, una persona es amenazada, humillada o lesionada por otra en el ejercicio de su actividad profesional o como consecuencia directa de la misma3.

Para valorar la proliferación de actos violentos en el ámbito sanitario se debe abordar el entorno sociológico en el que se mueven los profesionales y el de la propia sociedad, caracterizada por una pérdida progresiva de valores y el uso de la violencia como método para resolver los conflictos1.

Se ha comprobado un incremento de la agresividad relacionado con diferentes motivos: situaciones de masificación de servicios, en los que toda persona quiere o espera una atención rápida y eficaz; grupos de riesgo no detectados; estilos de gestión no adecuados al entorno, falta de personal, errores por parte del profesional, entre otros4,5.

Las situaciones de violencia que por norma general, se daban con mayor asiduidad en determinadas unidades asistenciales (servicio de urgencias); se han extendido, por lo anteriormente explicado, a lugares tradicionalmente pacíficos, como los centros de salud, consultas externas de especializada, servicios de atención al usuario, atención domiciliaria etcétera1.

 

2.- OBJETIVOS

Principal: Valorar la violencia percibida y/o sufrida por el personal sanitario y no sanitario de los centros de salud de Atención Primaria pertenecientes al Servicio Cantabro de Salud.

Secundarios:

  • Conocer el porcentaje de trabajadores agredidos
  • Estudiar la tipología de la agresión: tipo, sensación generada y lugar.
  • Analizar la tipología del agresor: autor, sexo y antecedentes
  • Analizar la tipología del agredido: sexo, puesto funcional, sensación generada y categoría profesional.
  • Determinar el conocimiento del documento de notificación de actos violentos por parte de los profesionales encuestados

 

3.- METODOLOGÍA

Tras la revisión bibliográfica y estudiados los parámetros que afectan a la violencia laboral, se elabora un cuestionario (Anexo I) como herramienta para medir la violencia sufrida y/o percibida por los profesionales sanitarios y no sanitarios pertenecientes a Atención Primaria de Salud (AP) del Servicio Cántabro de Salud (SCS).

El tamaño muestral escogido son todos los profesionales fijos e interinos, sanitarios y no sanitarios pertenecientes a AP de la Comunidad Autónoma de Cantabria.

En total, son aproximadamente mil doscientos, según datos aportados por la Gerencia de Atención Primaria (GAP) Se excluye al personal contratado o eventual y a aquellos que se encuentren en situación de excedencia o de baja laboral, también quedan excluidos del estudio aquellos profesionales que trabajen en subcontratas que prestan servicio dentro del SCS. Los profesionales de carácter temporal son excluidos debido a la rotación laboral de los mismos, para evitar sesgos de repetición de la encuesta en los diferentes centros.

El cuestionario está dividido en dos partes. La primera donde se recogen los datos sociodemográficos del profesional: edad, sexo, categoría profesional, puesto funcional y antigüedad profesional. La segunda parte está compuesta por quince preguntas de tipo cerrado y referidas al último acto violento sufrido.

Para la validación del cuestionario se seleccionó al azar un grupo piloto formado por 25 personas (profesionales y no profesionales) de edades comprendidas entre los 23 y 59 años, con una media de antigüedad en su profesión de 15 años. El cuestionario fue autocumplimentado de forma voluntaria, en el lugar de trabajo, en un tiempo inferior a media hora y en un periodo no superior a 72 horas. Se informó a los voluntarios que se mantendría en un total anonimato cualquier manifestación realizada por ellos.

Tras el análisis de los resultados obtenidos en el pilotaje se creyó oportuno modificar y añadir algunas preguntas al cuestionario; tales como, la categoría profesional y el puesto funcional a la primera parte del cuestionario. Dentro de la segunda parte se define la violencia verbal: gritos, insultos, amenazas y se añade el ítem de compañero como posible autor de la agresión. Se modifica la tipología del agresor incluyendo a los pacientes crónicos y se añaden las preguntas referentes al conocimiento del documento de notificación de actos violentos.

Una vez elaborado el cuestionario, la Dirección de Enfermería del GAP colabora haciéndolo llegar junto con una carta explicativa a todos los responsables de los centros de salud de AP para su distribución entre el personal fijo e interino (ANEXO II). Los cuestionarios fueron remitidos de vuelta al GAP en un periodo entre Abril y Junio del 2012.

Se ha consideró fundamental el que todos los encuestados fueran perfectamente informados sobre los fines del trabajo. Para ello, los responsables del trabajo unificaron criterios y transmitieron la misma información a todos los encuestados.

 

4.- RESULTADOS

Se enviaron un total de 1200 cuestionarios, de los que fueron analizados un 25%. Dándose como no validos un 1,5% de las encuestas recibidas puesto que estaban incompletos o mal cumplimentados. 

De la muestra total el 76% refiere haber sido víctima de un acto violento en alguna ocasión. El 91% de los casos, la agresión registrada es de carácter verbal, en un 3% de tipo física y el 6% manifestaban haber sido objeto de ambas.

 grafico 1

  Gráfico 1

El lugar en el que se produce la agresión no es significativo, ya que se originan en general, en aquel lugar donde se realizan las funciones específicas de cada categoría profesional.

Dentro de la tipología del agresor se identifica en un 66% de los casos al paciente o usuario como autor de la misma, seguido en un 21% de familiar, 12% al compañero del profesional y únicamente en 1% no se clasifica al autor en ninguna de estas categorías.

En cuanto al perfil del agresor, el 65% lo identificaron de sexo masculino. No son relevantes los datos obtenidos en relación a los antecedentes del paciente, ni a la gravedad del estado de salud o patologías previas. En el 70% se trata de un paciente sin cita previa, en contraposición con un 30% que si tenían cita previa.

El siguiente gráfico refleja el porcentaje de agresiones y los grupos que las sufrieron por parte de un compañero.

grafico 2

  Gráfico 2

El perfil del agredido corresponde en un 68,4% de los casos al sexo femenino, no siendo representativo el puesto funcional, ya que dentro de los encuestados 281 pertenecían a EAP y únicamente 19 trabajaban en el SUAP (Servicio de Urgencias de Atención Primaria). Su perfil se corresponde con un tiempo de 18 años de media en el servicio. El 40% de las victimas siguen atendiendo al agresor.

En el gráfico siguiente se indican el tipo de sensación sentida tras la agresión.

 grafico 3

  Gráfico 3

Por categoría profesionales se obtuvieron los siguientes resultados:

 

Profesionales encuestados

Encuestados agredidos

Encuestados   no agredidos

Administrativos/as

51

88%

12%

Enfermeros/as

120

72%

18%

Medicos/as

105

80%

20%

Otros/as

23

58%

42%

 

El 60% de los encuestados desconocían el documento denotificación de actos violentos que está a disposición de los trabajadores en la intranet del SCS. Mientras que 12,4% personas lo cumplimentaron una vez sufrida la agresión, 5% de los cuales siguen atendiendo al agresor. El 68% dice haber recibido respuesta a la notificación.

 

5.- DISCUSIÓN

Estamos frente a un giro radical en la sociedad, en la que los principios y valores se encuentran en constante cambio. Los trabajadores sanitarios y en concreto aquellos de los centros de salud, presentes en este estudio, están viendo como su trabajo se ha ido modificando en relación a los cambios sufridos dentro de la sociedad.

El tiempo de espera excesivo, interrupciones frecuentes en la consulta, fallos reiterados en la burocracia... son algunos de los factores que influyen en que los usuarios del sistema se presenten ante los trabajadores de una manera violenta o agresiva manifestándolo en primer lugar de forma verbal y en algunas ocasiones, de manera física.

Tras el análisis de los datos obtenidos resulta alarmante el total de agresiones que se producen en el  ámbito de trabajo estudiado; pero más llamativo aún, es el porcentaje de ellas que tiene como autor a un compañero.

Destaca que la categoría profesional más agredida son los auxiliares administrativos seguida de los médicos. No siendo el lugar donde se produce la agresión un dato relevante. La mayor parte de estos  profesionales continúan atendiendo al agresor tras el incidente.

Dentro del perfil del agresor, los datos obtenidos no son significativos para afirmar , como pudiera sospecharse, que los usuarios con antecedentes de toxicomanías o psiquiátricos puedan generar más situaciones violentas que la población general.

El desconocimiento por parte de los profesionales del documento de notificación de actos violentos y su desuso después de sufrir un incidente de estas características resulta llamativo; lo que sugiere que son los propios profesionales los que no dan la suficiente importancia y trascendencia a ser victimas de una agresión. En ocasiones, los profesionales, tienen tan asumido como algo normal los comportamientos de índole violento por parte de los usuarios  en su quehacer diario que no le dan la importancia que se merece.

 

6.-CONCLUSIONES

Se puede afirmar que la violencia contra los profesionales sanitarios se ha convertido en un problema de salud pública ampliamente referenciado en los medios de comunicación. El problema afecta, de forma creciente, a los profesionales, al sistema asistencial y en consecuencia a los pacientes/usuarios de los servicio sanitarios. La solución a dicho problema deber ser una prioridad en la gestión del sistema.

Se trata de un problema multifactorial. Para lograr soluciones efectivas es preciso contar con la colaboración de la ciudadanía en general, de los propios profesionales, de los organismos gestores (sanitarios y judiciales) y de los medios de comunicación.

Una posible solución a este problema creciente en la Sanidad, sería el estudio exhaustivo de las situaciones violentas, sus generadores y la implantación de medidas preventivas con el fin de evitarlas. Para ello es necesario tanto la colaboración ciudadana, el apoyo institucional y  la buena práctica profesional.

Tras la revisión bibliográfica realizada no se ha encontrado referencia a estudios previos sobre la violencia en el ámbito de trabajo sanitario desde la perspectiva del trabajador.

 

7.- BIBLIOGRAFÍA

  1. Herranz Marin MT. Plan de Prevención de las Agresiones a los Profesionales de la Sanidad de la Región Murcia. Edita servicio murciano de salud. Direccion General de Recursos Humanos. Julio 2005.
  2. Sainz PinósC, López TriverioPF, Maestre NaranjoM, Borda OlivasJ, Cabrero MartínB y Rodríguez de la Pinta ML. Protocolo de actuación frente a situaciones conflictivas con los ciudadanos en centros de atención primaria Med. segur. trab. vol.57 no.222 Madrid ene.-mar. 2011.
  3. Muñoz Pascual JC, Delgado de Mendoza Ruiz B, Romero Ruiz A, Bermúdez Luque JC, Cabrera Cobos F. Agresión al Personal de los Servicios de Salud. Enfermería Docente 2008;89: 15-17.
  4. Documento Marco para la prevención de la violencia hacia los facultativos (Resumen). CESM 2007. http://www.cesm.org/nueva/documentos/salud_laboral/doc-marco.pdf
  5. El maltrato en el sistema sanitario. Médico Interactivo. Número 1427 | 20 Mayo 2005.
  6. Barrera Lazo SMF, Villarroel Salazar CG. Detección de la agresión laboral al personal médico y de enfermería del policlínico Central. Revista Paceña Med Fam 2007;4 (6): 106-110.
  7. Braga F, Pratz M, Luna D, Melamud A, Flichtentrei D. Agresiones contra médicos. Intramed. 

 

ANEXO I

anexo i

Fundación de Enfermería de Cantabria. C/Cervantes nº 10 - 5º E-mail: secretariafundacion@enfermeriacantabria.com Tel.: 942 31 97 20 Fax: 942 22 46 31 Aviso legal