Artículo Diario ALERTA: Campaña escolar "Vida sana: alimentación saludable y actividad física"

  • 20/02/12
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Ayuntamiento de Santander y Colegio de Enfermería continúan con los programas de ‘Educación para la salud’

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial y en las últimas décadas se ha visto un incremento progresivo de los índices de sobrepeso y obesidad en la infancia y la adolescencia, lo que provocará en el futuro un considerable impacto sobre la morbimortalidad, la calidad de vida y el gasto sanitario.
 
La modificación en los últimos años de los hábitos alimentarios y de actividad física de los menores, con un aumento significativo del uso de la llamada ‘comida rápida’ y de los juegos de tipo sedentario como los video-juegos o la televisión, está provocando un aumento en las cifras de prevalencia de sobrepeso y obesidad alarmantes, hasta el punto de que España se encuentra entre los países con datos más elevados de Europa y, en el caso de Cantabria, según datos recogidos por la Consejería de Sanidad en su Programa Alimentación Saludable y Actividad Física en la Infancia y Adolescencia, se estima en un 28% la población entre 2-17 años que presenta estos problemas.
 
En los niños y adolescentes el problema se hace más grave porque deriva en una población joven con riesgo de padecer futuras enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes, dislipemias... y el agravamiento de enfermedades respiratorias como el asma, así como problemas psicosociales.
 
La mayoría de los expertos concluyen que la prevención es la mejor arma en la lucha contra el sobrepeso infantil y que las medidas preventivas deben ir dirigidas a limitar la ingesta calórica mediante una alimentación adecuada y aumentar el consumo energético a través de la actividad física. Para ello, se debe trabajar en el entorno familiar y en el escolar, pues es ahí donde se pueden modificar los hábitos de vida de los niños.
 
Por esa razón y dentro de la campaña ‘Educación para la salud’ que está llevando a cabo la Fundación de la Enfermería de Cantabria (FECAN) y en colaboración con la Concejalía de Familia del Ayuntamiento de Santander, se iniciará en el mes de febrero la actividad ‘Vida sana: alimentación saludable y actividad fisica’ con el objetivo de ‘despertar’ en los niños el interés por adquirir conocimientos en hábitos saludables y, a través de ellos, sensibilizar a las familias para que asuman estas premisas tendentes a favorecer la salud de sus hijos.
 
Para ello, las enfermeras Reyes García y Nerea Rentería, impulsoras del proyecto, se trasladarán a los centros escolares de Santander para informar a los escolares de 5º y 6º de Primaria, por encontrarse en edad preadolescente y tener ya la capacidad necesaria para interactuar en su familia y entorno. En la actualidad están concertados 14 colegios y el resto, hasta cubrir los 52 del municipio, se coordinarán con los equipos docentes para desarrollar la actividad en función de sus temarios educativos y en el momento oportuno para intentar que los alumnos asuman mejor los contenidos.
 
Durante la exposición, los niños rellenarán un cuestionario que incluye datos generales, de hábitos de vida y de alimentación, así como sobre la actividad física que realizan de forma periódica. Posteriormente, visionarán una presentación interactiva basada en los doce consejos saludables que establece la estrategia NAOS en cuanto a alimentación y actividad física y se recogerán los comentarios de los alumnos que servirán para la posterior evaluación.
 
El informe final con las recomendaciones correspondientes y el folleto informativo que ha editado FECAN con los doce consejos alimentarios se hará llegar a los padres con el fin de que tengan conocimiento de cuales deben ser los buenos hábitos alimentarios que deben enseñar a sus hijos para evitar  futuros problemas de salud.


Factores de riesgo de la obesidad infantil
 
Existen factores de riesgo de tipo genético –2 de cada 5 niños obesos presentan antecendentes familiares de obesidad–, neuroendocrinos –hay estudios que establecen una relación entre las alteraciones hormonales y la obesidad– y socioambientales –nivel socio-económico de la familia, nivel cultural, estructura familiar (monoparental, padres separados, hijo único, familia numerosa, abuelos que viven en el hogar y se encargan de la alimentación), incorporación de la mujer al trabajo, etc.–.
 
Las consecuencias de la obesidad en la infancia se pueden resumir en:


Morbilidad física: niños/as con problemas de sobrepeso-obesidad derivarán en adultos con importantes patologías de carácter crónico como la hipertensión, la diabetes o las dislipemias, que son factores asociados a la enfermedad cardiovascular (primera causa de mortalidad en los países desarrollados). Se asocia también a problemas digestivos, en la función respiratoria, osteoarticulares o  cutáneos, como las estrías, la micosis en pliegues, etc.


Morbilidad psicológica: afecta a la autoestima y en la adolescencia este aspecto puede ser determinante –problemas de no encontrar ropa adecuada a su talla, rechazo de sus amigos por su físico, etc.–. También aparecen trastornos del comportamiento, ansiedad y depresión que influyen en sus relaciones sociales y en el control de su propia obesidad, pues suelen refugiarse en la comida agravando la obesidad.