La eliminación de sujeciones, principal reto en los centros de atención a la dependencia de Cantabria

  • 31/10/14
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Antonio Burgueño lidera el programa "Desatar al anciano y al Enfermo de Alzheimer"

            Cerca de un centenar de profesionales dedicados a la atención de enfermos dependientes asistieron, junto con la presidenta del Colegio de Enfermería y responsables de las administraciones públicas a las jornadas que se celebraron los días 17 y 20 de octubre en Cantabria con el objetivo de avanzar en la eliminación de sujeciones. Esta iniciativa que ha registrado un importante avance en los centros de dependientes de Cantabria cuenta además con el apoyo y la colaboración de los responsables de la Administraciones, quienes además pretenden avanzar hasta conseguir centros de atención sin barreras, ataduras ni sujeciones de ningún tipo.

            Con este objetivo el Dr. Antonio Andrés Burgueño, investigador en sujeciones y coordinador del programa Desatar al anciano y al Enfermo de Alzheimer, ilustró a los cerca del centenar de asistentes sobre la importancia y la necesidad de avanzar para la eliminación progresiva, constante y definitiva de las barreras en los centros asistenciales de personas dependientes. Una eliminación que debe concretarse, verificarse y acreditarse con periódicas y contantes revisiones e  inspecciones que regulen el tránsito hacia un centro sin sujeciones, ni físicas ni farmacológicas. Un reto que sin duda han afrontado desde hace 10 años los miembros del programa Desatar al anciano y al Enfermo de Alzheimer y que vienen desarrollando por toda España por el bien y la dignidad de nuestros ancianos. En este sentido, La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), consciente de la importancia y trascendencia de esta materia, e intentando por un lado preservar y garantizar la máxima dignidad y autoestima, así como velar por su máxima integridad personal, seguridad legal y jurídica de las personas mayores, atendidas en servicios y centros geriátricos y gerontológicos; ha decidido crear un Comité Interdisciplinar, que defina las líneas filosóficas estratégicas de posicionamiento de la SEGG en esta materia, elaborando un documento de consenso sobre las sujeciones, que pueda servir como una guía o procedimiento de buena práctica, para los diferentes profesionales dedicados a la atención de los mayores.

             En este documento de consenso se recogen entre otras cuestiones los diversos y a veces sorprendentes factores de riesgo para la implantación de las sujeciones como pueden ser el deterioro físico y cognitivo, la edad avanzada, la localización geográfica del centro, la situación económica, el desarraigo familiar  o el sexo del paciente. Está comprobado y es una realidad que las mujeres están sometidas a más sujeciones que los hombres, así como que las sujeciones son más utilizadas en centros urbanos que en rurales. El uso de estas  sujeciones es indiscriminado en España y se utilizan de forma diferente para enfrentarse al mismo problema, lo que parece una contradicción. Además, no existen evidencias científicas que demuestren la conveniencia o utilidad del uso de las sujeciones en los centros asistenciales.

            Por otro lado, y tomando como referencia el número de fractura de cadera que se producen en las residencias de ancianos, se da la circunstancia que este número se incrementa en los centros que abusan del uso de los mecanismos de sujeción personal debido a la falsa sensación de seguridad. Según Burgueño, el reto de eliminación de sujeciones pasa por la superación de barreras culturales, aportando conocimientos y experiencia en aquellos centros que de verdad quieran conseguirla etiqueta de Centro Libre de Sujeciones denominación que además debe ser pública e institucionalizarse para conseguir un mayor compromiso desde las direcciones de los centros asistenciales así como  de los responsables de las administraciones públicas.