Los enfermeros escolares de Cantabria participan en el IV Congreso Madrileño de Enfermería Escolar

  • 20/10/16
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Los pasados 14, 15 y 16 de Octubre se celebró, en la sede del Colegio de Enfermería de Madrid, el IV Congreso Madrileño de Enfermería Escolar, bajo el epígrafe “Competencias Profesionales de Enfermería Escolar”.

En el evento se dieron cita enfermeras escolares de múltiples Comunidades Autónomas, entre las que se encuentran: Madrid, la Comunidad Valenciana, Andalucía, Cantabria, Murcia o Canarias, así como vocales y representantes de varios Colegios Profesionales y de las diversas sociedades existentes que velan por el futuro de este campo de la profesión, como la Sociedad Científica de Enfermería Escolar de España (SCE3), la Sociedad Científica de Enfermería Escolar de Cantabria (SOCEEC) o la Asociación Madrileña de Enfermería en Centros Escolares (AMECE),  quienes además fueron los anfitriones de tal efeméride.

Se acogieron diversas comunicaciones y ponencias que pusieron de manifiesto la implicación e impacto de esta figura en los centros educativos, tanto ordinarios como de educación especial. La presencia de las enfermeras escolares es clave en muchos casos para la detección y prevención de problemas de salud en la etapa infantil, ya que trabajan complementando el equipo multidisciplinar formado tanto por docentes, como por otros especialistas que se ocupan de velar por la salud socio-afectiva de los alumnos y su correcto desarrollo psicomotor, además de ejercer como nexo de unión entre el sistema educativo y el sanitario, garantizando la calidad en la atención que se presta desde ambos a niños y adolescentes.

En España, donde la enfermería escolar se considera un perfil profesional emergente, se está trabajando para que la implantación de esta se realice de manera homogénea por todo el país. De este modo, por ejemplo, en la Comunidad Autónoma de Murcia se está desarrollando un proyecto similar al de Cantabria y, en Madrid, donde las enfermeras escolares cuentan con una experiencia de más de 30 años, se está avanzando en la regulación y normalización profesional de las mismas.

El congreso fue muestra de la implicación de este colectivo en la importancia de la investigación para el desarrollo y crecimiento profesional; los enfermeros escolares de la Fundación de Enfermería de Cantabria presentaron dos comunicaciones científicas, por Pablo Pérez Velasco y Laura García Blanco, respectivamente: “Asistencia sanitaria escolar: resultados preliminares del Proyecto de Enfermería Escolar de Cantabria” y “Primera APP de Enfermería Escolar de España: acicate para mejorar la comunicación con la comunidad educativa”.

Sin embargo, la competencia profesional que más destaca es la asistencial. No se debe menoscabar la seguridad que aporta la presencia de una enfermera en un colegio, tanto por la seguridad intrínseca que reporta a los propios alumnos, como por la tranquilidad que trasmite este profesional a padres y profesores: las enfermeras escolares atienden en los centros las eventualidades que puedan ocurrir durante la jornada escolar, pero también aplican los cuidados necesarios que requieran todos aquellos alumnos con procesos crónicos.

En el IV Congreso Madrileño de Enfermería Escolar, este fue un aspecto muy destacado, orientándose diversas ponencias e intervenciones hacia la importancia del conocimiento sobre las enfermedades de tipo crónico y la elaboración de guías y protocolos que faciliten la práctica diaria, sobre todo en los casos de asma, diabetes y anafilaxia.

Pese a todo, y en vista de la normativa legal vigente en materia de prescripción (la cual también se debatió extensamente durante la jornada), hay quien afirma que las enfermeras se encuentran completamente atadas de pies y manos para poder prestar unos adecuados cuidados a la población, generando este hecho gran consternación e inseguridad a los propios profesionales, tal y como se puso de manifiesto a través de las diferentes preguntas planteadas a los ponentes especialistas en el tema en relación, por ejemplo, a si la administración de medicamentos no sujetos a prescripción médica (como el paracetamol), debía ir precedida previamente y de igual manera por una valoración e indicación de un pediatra.

Si bien es cierto, en el ámbito educativo las enfermeras tienen la oportunidad de prestar otro tipo de cuidados, de una manera más autónoma y quizás no tan inmediata, pero que igualmente es garante de la calidad de vida y estado de salud de los escolares en un futuro. Educando en salud se puede lograr una sociedad más responsable, una población con capacidad para tomar decisiones informadas. En su ponencia, D. Rubén Alvés López, profesor del Máster de Formación de Profesorado de ESO y Bachillerato, FP y enseñanzas de idiomas, expuso: “¿qué esperas de tus alumnos?”. La respuesta no es que aprendan o que estén sanos, sino que “quieran más”. De este modo, nuestras intervenciones, aunque resulten aisladas, nos permitirán acercarnos cada vez más a este colectivo, implicándonos en su día a día y convirtiéndonos en un verdadero referente de salud.