1.- INTRODUCCIÓN
La vía intraósea es una técnica con múltiples ventajas en situaciones de urgencia vital, pero muy desconocida e inusual en su aplicación. Por ello consideramos importante un estudio más detallado sobre dicha técnica centrándonos más aun en la inserción en los adultos1.
Cuando nos enfrentamos a una situación de emergencia, el establecer un adecuado acceso vascular es tan importante como los otros principios básicos de atención del paciente crítico2. Es, en estas situaciones donde muchas veces la vía periférica se hace inaccesible o la demora en conseguir un acceso periférico supone pérdida de tiempo y recursos por lo que toma más importancia el acceso intraóseo sobre todo en el ámbito de Emergencias extrahospitalarias3.
El conocimiento de la técnica de colocación, los productos que a través de esta vía pueden administrarse y los cuidados que precisa el paciente deben ser conocidos por el personal de enfermería.1
Antecedentes históricos
Los primeros estudios sobre la vía intraósea se realizaron en 1922. Drinker y Doan definen la vía intraósea como una “vena no colapsable”, comenzando a utilizarla como vía para transfusiones sanguíneas4.
Hacia los 40 se empieza a utilizar para administrar distintos fármacos y fluidos y se desarrollan los distintos dispositivos3.
Durante la segunda Guerra Mundial se utilizó para la inducción de anestesia con pentobarbital en los campos de batalla5.
Entre 1940-1950 se ve ensombrecida por el desarrollo de los catéteres intravenosos, pero alcanza su máximo desarrollo en 1984 cuando Orlowski recomienda que en una situación crítica el primer procedimiento sea administrar fármacos, bien por vía endotraqueal o bien por vía IO, apoyando el resurgimiento de esta técnica3.
En la actualidad está recomendada por la American Heart Association, por los protocolos de la Advanced Trauma Life Support, por la Pediatric Advanced Life Support y por la European Resuscitation Council en las últimas normas publicadas en noviembre del 2005 inmersa en la secuencia del Soporte Vital Avanzado como acceso venoso periférico alternativo a la vía periférica4,6
Fisiología de la infusión intraósea
*Figura 1
La vía intraósea es un acceso vascular de urgencia para la infusión de fármacos y líquidos6.
Su utilización se basa en el hecho de que la cavidad medular de los huesos largos está ocupado por una rica red de capilares sinusoides que drenan a un gran seno venoso central, que no se colapsa ni siquiera en situación de parada cardiorrespiratoria, pasando los fármacos y líquidos a la circulación general con una rapidez similar a como lo harían por cualquier otra vena periférica por lo que se considera una vía segura y rápida pues conlleva un alto porcentaje de éxitos (80%- 94%)7.
Los inconvenientes de esta vía están referidos a que se trata de una vía de urgencia pues no es recomendable que este colocada más de 24 horas; por lo tanto, en cuanto se realice una reposición de volumen adecuada se debe realizar otro acceso venoso mediante una vía periférica o central6.
Indicaciones
Se ha utilizado siempre en pacientes pediátricos menores de 6 años, en el caso de no obtener un acceso venoso periférico tras tres intentos fallidos pero también puede ser efectiva en adultos y que está indicado en pacientes críticos de cualquier edad cuando no se pueda establecer una vía venosa de forma rápida 7.
En las ultimas normas de la European Resuscitation Council se considera la vía intraósea tanto en los pacientes adultos y pediátricos como una segunda opción en la obtención de un acceso venoso después de la vía periférica y antes de la vía traqueal6. En caso de parada cardiorrespiratoria en adultos está recomendada si el acceso intravenoso no se puede establecer dentro de los primeros 2 minutos o tras tres intentos de canalización venosa periférica fallidos.5
El Advanced Trauma Life Support en sus protocolos recomienda la vía intraósea en todos los pacientes después de intento de vía intravenosa y antes de intentar una vía central, tanto en niños como en adultos3.
Son indicaciones también; atrapados, alteraciones del nivel de conciencia, compromiso respiratorio, grandes quemados, shock, convulsiones irreductibles sin vía venosa canalizada, politraumatizados, alteraciones del nivel de conciencia3.
Contraindicaciones
•Absolutas: fractura o traumatismo del hueso donde se puncione o hueso en el que se ha intentado una vía intraósea previamente. Huesos de las extremidades inferiores en los pacientes con traumatismo abdominal grave3.
•Relativas: Osteoporosis, tumores óseos, infección, celulitis u osteomielitis o quemadura en el lugar de la puncion3.
No se debe intentar la canalización dos veces en la misma extremidad8
Dispositivos utilizados
Existen varios dispositivos comercializados en el mercado que permiten que sea de uso extensivo en distintos ambientes, pero detallaremos dos que se han abierto paso a medio camino para todos los ámbitos4.
- EZ- IO de VidaCare ®.
*Figura 2.EZ-IO
Este sistema posee una batería que alimenta un motor eléctrico que inserta una aguja con paso de rosca4.
Es una aguja-broca estéril con un catéter, que conecta a un taladro recargable y que introduce la aguja en el canal medular3.
El taladro es de una sola pieza de policarbonato y dispone de un gatillo con un dispositivo de seguridad3.
Las agujas son de un grosor único de 15 G con diferentes longitudes: 25mm (azul) para adultos normales y de 45mm para adultos obesos o de gran tamaño3.
2. B.I.G. ® (Bone injection gun). Pistola para infusión intraósea.
*Figura 3. BIG
De fácil aprendizaje y fácil inserción3.
Propulsa un catéter metálico insertándolo en la medula ósea a una profundidad regulable. Los calibres más usados son los 15Ga en adultos4.
La B.I.G.® es más rápida, efectiva y tiene menos complicaciones que otros dispositivos3. Podemos decidir previamente a la punción, la profundidad de penetración gracias a una rosca interior6.
*Figura 4. Sitios anatómicos de punción
La zona de punción más frecuente utilizada es la tuberosidad tibial anterior, recomendada en menores de 6 años aunque también se utiliza en adultos. Se localiza a 2cm distal a la tuberosidad tibial anterior, en la cara antero medial de la tibia; zona de fácil de penetración gracias a la delgadez del periostio. Se aconseja una penetración de la aguja de 2cm4.
Se recomienda también a partir de los 6 años y en adultos:
- Tibia distal: A nivel del maléolo interno en su unión a la diáfisis tibial y por detrás de la safena externa. La inserción de la aguja debe tener una inclinación con dirección cefálica6.
- Cresta iliaca: El lugar de punción está situado en la cara inferior de la espina iliaca, colocando al paciente en decúbito lateral6.
- Esternón: Esta indicado siempre y cuando no se requiera realizar un masaje cardiaco. El punto elegido es a nivel del 2º-3º espacio intercostal, una vez localizado, la aguja se introduce a 1 cm de la línea media del esternón6. Hay estudios que dicen que dado su localización y la posibilidad de lesionar estructuras subyacentes vitales se ha desestimado su utilización2.
Lugares alternativos: fémur distal, cabeza humeral, calcáneo, dorso de la metáfisis distal del radio, el apófisis estiloide cubital, la epífisis distal del segundo metacarpiano, la epífisis distal del primer metatarsiano, las clavículas y el maléolo peroneal9.
Técnica en tibia proximal
1. Localizar el sitio de inserción2.
Se identifica por palpación la tuberosidad anterior de la tibia y el borde interno de la misma,en la línea media de ambos puntos a 1-2 cm por debajo se encuentra el sitio de punción en caso de puncionar en tibia proximal2.
2. Lavarse las manos9.
3. Colocarse guantes y limpiar la piel con solución antiséptica2.
4. Colocar la pierna en rotación externa, semiflexionada y apoyada sobre una superficie dura colocada a nivel del hueco poplíteo2.
5. Si el paciente está consciente, se anestesia localmente en la zona a puncionar con 1-2 ml de lidocaína al 1-2% 7.
6. Si el dispositivo es B.I.G. ® (Bone injection gun):
Regular el dispositivo según profundidad.
Una vez tengamos la pistola posicionada de forma perpendicular sobre el punto de punción colocamos la mano en posición de disparo6.
Colocamos los dedos índice y medio en las pestañas de la pistola de forma que la flecha que esta dibujada sobre la pistola va dirigida hacia el punto de punción. Una vez de que nos cercioremos de su correcta posición retiramos el seguro con la otra mano6.
Sin dejar de realizar presión con el talón de la mano, presionamos con los dedos la pestaña, notando como se dispara la pistola6.
Veremos que tenemos introducido el catéter con su mandril y retiramos el mandril6.
7. Si el dispositivo es EZ- IO de VidaCare ®:
Insertar la aguja en un ángulo de 90º respecto al hueso, con una sujeción suave y guiando al taladro hacer la inserción hasta que la última marca de la aguja sea visible a 5mm de la piel3.
Desconectar con una mano mientras se estabiliza con los dedos de la otra mano la aguja y retirarla.
8. Aspirar y comprobar la extracción de medula ósea. Recoger muestras sanguíneas si fuera necesario1.
9. Signos de inserción correcta: Disminución súbita en la resistencia en el momento en que la aguja pasa a través de la corteza hacia la médula1, aspirado de médula ósea, aunque este signo no se encuentra siempre1, los líquidos fluyen con facilidad sin evidencia de infiltración subcutánea1, la aguja se mantiene inmóvil y no hay signos de extravasación3.
10. Inyectar lentamente un bolo de 10ml de suero fisiológico, comprobando la permeabilidad de la vía y no la extravasación3. Conectar el sistema de fluidoterapia2.
11. Fijar la aguja a la extremidad, almohadillando el punto de punción y protegiéndolo con gasa y esparadrapo a la extremidad5.
Sustancias infundidas por vía intraósea
Pueden administrarse los mismos fármacos que por vía endovenosa, cualquier medicamento o líquido necesarios durante el proceso de resucitación consiguiéndose niveles similares a los de la vía intravenosa 3.
La administración de medicamentos debe ser seguido de un bolo por lo menos 5 ml de solución salina para asegurar su llegada a la circulación sistémica3.
Cuando se requiera infusión de líquidos en grandes volúmenes debe aplicarse presión para vencer la resistencia de las venas emisarias6.
Permite además, la obtención de muestras de sangre para algunas determinaciones analíticas como sodio, potasio, magnesio, lactato, y calcio3. También puede utilizarse para la determinación de gases en sangre, hematocrito y hemoglobina6.
Complicaciones.
Los estudios realizados en animales han demostrado que los efectos a largo plazo sobre la médula ósea y sobre el crecimiento óseo son mínimos y dadas las situaciones críticas en las que está indicada, parece razonable pensar que son superadas por los beneficios que aporta esta técnica4. El índice de complicaciones de esta técnica invasiva es muy bajo (1%)7.
•Mecánicas:
- Extravasación debido a la mala colocación de aguja.1 Es la más frecuente4.
- Fracturas óseas tras varias tentativas de colocación1.
- Perforación completa del hueso1.
- Lesiones de los grandes vasos o del corazón en caso de colocación a nivel esternal1.
- Punción articular1.
•Infecciosas:
- Celulitis1.
- Accesos subcutáneos1.
- Osteomielitis en un 0.6% de los casos. La frecuencia de aparición aumenta con el tiempo de permanencia de la vía1.
•Embolismos:
Otras complicaciones son: el síndrome compartimental, necrosis, la lesión al cartílago de crecimiento, sepsis, rotura del catéter3.
Cuidados de enfermería
Controlar distintos signos: sangrado, presencia de pulsos distales, color, temperatura, aspecto y tamaño del miembro3.
Hay que señalar que esta vía es temporal, no recomendándose más de 24 horas por el aumento de la tasa de complicaciones. Se deberá retirar tan pronto haya sido posible canalizar otra vía venosa10.
Desinfectar cada 4-6 horas la zona de punción para evitar infecciones11.
Todas las actuaciones que se realicen sobre esta vía deberán quedar registradas en la hoja de enfermería12.
Diagnósticos de enfermería
- Riesgo de deterioro de la integridad cutánea r/c catéter.
Intervenciones de enfermería
- NIC 3590: Vigilancia de la piel.
- NIC 4070: Precauciones circulatorias.
- NIC 3541: Prevención de úlceras por presión.
Criterios de resultados
- NOC 1101: Integridad tisular: piel y membranas mucosas
- NOC 0407: Perfusión tisular: periférica.
Escala Likert
- Gravemente comprometido.
- Sustancialmente comprometido.
- Moderadamente comprometido.
- Levemente comprometido.
- No comprometido.
Puntuación >9 considerara diagnóstico.
- Temor (si el paciente está consciente) r/c desconocimiento del proceso de canalización vía intraósea manifestado por nerviosismo, inquietud.
Intervenciones de enfermería.
- NIC 5230: Aumentar el afrontamiento.
- NIC 5380: Potenciación de la seguridad.
- NIC 5510: Educación sanitaria.
Criterios de resultado.
- NOC 1404: Autocontrol del miedo.
Escala Likert:
- Nunca manifestado.
- Raramente manifestado.
- En ocasiones manifestado.
- Manifestado con frecuencia.
- Constantemente manifestado.
Puntuación >9 considerara diagnóstico.
- Riesgo de lesión r/c manejo inadecuado del catéter.
Intervenciones de enfermería.
- NIC 5510: Educación sanitaria.
- NIC 5520: Facilitar el aprendizaje.
- NIC 7722: Instruir: empleado.
Criterios de resultado.
- NOC 1104: Curación ósea.
- NOC 1806: Conocimientos: Recursos sanitarios.
Escala Likert
- Nunca demostrado.
- Raramente demostrado.
- A veces demostrado.
- Frecuentemente demostrado.
- Siempre demostrado.
Puntuación >9 considerara diagnóstico.
- Deterioro de la integridad tisular r/c riesgo de necrosis y/o extravasación.
Intervenciones de enfermería.
- NIC 1400: Gestión del dolor.
- NIC 1870: Cuidado del catéter.
- NIC 2303: Administración de medicación: intraósea.
- NIC 2440: Mantenimiento de dispositivos de acceso venoso.
- NIC 4120: Gestión de líquidos.
- NIC 3590: Vigilancia de la piel.
Criterios de resultado
- NOC 0401: Estado de la circulación.
- NOC 0407: Perfusión tisular: periférica.
- NOC 1101: Integridad tisular: membranas cutáneas y mucosas.
- NOC 1608: Control de los síntomas.
Escala de Likert:
- Nunca demostrado.
- Raramente demostrado.
- A veces demostrado.
- Frecuentemente demostrado.
- Siempre demostrado.
Puntuación >9 considerara diagnóstico.
Problemas de colaboración
- Riesgo de infección.
Intervenciones de enfermería.
- NIC 6540: Control de infecciones.
- NIC 6550: Protección contra las infecciones.
- NIC 6680: Monitorización de los signos vitales.
- NIC 2300: Administración de medicación
Criterios de resultado:
- NOC 1902: Control del riesgo.
Escala de Likert.
- Nunca demostrado.
- Raramente demostrado.
- A veces demostrado.
- Frecuentemente demostrado.
- Siempre demostrado.
Puntuación > 9 considerar el diagnóstico.
- Dolor.
Intervenciones de enfermería.
- NIC 1400: Manejo del dolor.
- NIC 2210: Administración de analgésico.
- NIC 6480: Manejo ambiental: confort.
Criterios de resultado.
- NOC1605: Control del dolor.
Escala de Likert:
- Nunca demostrado.
- Raramente demostrado.
- En ocasiones demostrado.
- Frecuentemente demostrado.
- Siempre demostrado.
Puntuación >9 considerar diagnóstico.
2.- CONCLUSIONES
1- Técnica de acceso vascular de fácil aprendizaje, de uso sencillo y de colocación rápida en un tiempo inferior a un minuto con más de 90% de éxitos de inserción y sin complicaciones de gran importancia.
2- La vía intraósea es una opción muy válida y a tener en cuenta en el tratamiento del paciente en situaciones de urgencias y emergencias.
3- Alternativa ante el acceso intravenoso urgente fallido.
4- En vista de que en muchas ocasiones el tiempo es un factor determinante en la urgencia es útil conocer técnicas simples y alternativas a la cateterización vascular como lo es la vía intraósea.
5- En la actividad diaria, los servicios de emergencias principalmente extrahospitalarios, se encuentran en situaciones con dificultad de acceso a una vía periférica ya sea por condiciones adversas en relación al escenario o al paciente por lo que dichas situaciones han motivado el resurgir de esta técnica.
3.- BIBLIOGRAFÍA
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