El colectivo profesional pide a las instituciones una serie de medidas que considera muy necesarias para el futuro
El Colegio de Enfermería de Cantabria ha analizado la situación actual de la pandemia para elaborar una lista con las medidas que consideran necesarias para un adecuado proceso de desescalada y para estar preparados ante la posibilidad de que haya un rebrote de la epidemia de Covid-19. El colectivo recuerda que ha pasado momentos muy duros con un registro de más de 51.000 profesionales sanitarios infectados y 5 enfermeras fallecidas, y cree que es necesaria la prevención y la preparación para abordar problemas similares en el futuro.
Esta es la razón por la que ha elaborado un decálogo de medidas dirigidas a instituciones y responsables sanitarios:
1. Es el momento de hacer una evaluación de la gestión de la crisis en Cantabria y analizar lo que ha funcionado para mantenerlo, y lo que no para corregirlo. Cada uno desde su ámbito de competencia y gestión.
2. Es necesaria la coordinación de los protocolos a nivel autonómico con criterios comunes y uniformidad en todas las gerencias para la seguridad de los profesionales, controles y test.
3. Es imprescindible la revisión del material de protección adecuado al riesgo y de sus protocolos, y hay que incluir las Epis FFP2 como básicos para la atención a personas con Covid y a pacientes con clínica compatible hasta saber su confirmación diagnóstica.
4. Necesitamos formación a través de tutoriales, acreditada y obligatoria, de todos los profesionales sobre manejo y uso de los equipos de protección. Formación actualizada y continuada , a través de las plataformas sofos, sobre el Covid-19 (clínica, cuidados, tratamientos, evolución...).
5. También pedimos la valoración de la formación de profesionales expertos en atención a pacientes de Covid-19 complicados con el objetivo de tener retén y poder rotar a los profesionales, porque es necesario dar descanso a enfermeras que en esta epidemia han abordado la atención directa a los enfermos.
6. Además, es urgente establecer un “Plan de atención sanitaria para los centros de atención a la dependencia”. Es necesario proporcionar, desde Servicios Sociales o Servicio Cántabro de Salud, una dotación de equipos sanitarios a las residencias, y es imprescindible un equipo de enfermeras como responsables de los cuidados en estos centros.
7. Crear en los servicios especiales puestos de práctica avanzada y de especialistas de Enfermería. Y lograr el desarrollo de la enfermera de manera plena competencial, con solicitud de pruebas Covid, indicación de mascarillas y presencia en comités y grupos técnicos del Covid-19.
8. Adecuación de espacios (diferenciando zonas Covid del resto) para separar la actividad asistencial de otros pacientes y patologías en caso de rebrote porque el coste de parar el sistema sanitario en bloque es enorme.
9. Personal sanitario suficiente para atender el Covid-19, con contratos largos, profesionales estables y un refuerzo en la Atención Primaria que incluya “enfermeras centinela o rastreadores”.
10. Para terminar, necesitamos la implantación de la figura de la enfermera escolar en los centros educativos de Cantabria en un momento en el que es más importante que nunca que un profesional sanitario vele por la seguridad de alumnos, profesores y familias.