Cantabria se encuentra a la cola en lo que al desarrollo de las especialidades enfermeras, se refiere. Desde el grupo de trabajo de seguimiento de las especialidades del Colegio de Enfermería de Cantabria se ha solicitado en reiteradas ocasiones la agilización de los trámites necesarios para la acreditación de la unidad docente de la especialidad enfermera de Salud Mental y Enfermería Familiar y Comunitaria; y que se active la tramitación para la solicitud de la acreditación del resto de unidades docentes: Pediatría, Enfermería del Trabajo y Geriatría
La garantía de una calidad asistencial en los cuidados profesionales pasa por la incorporación progresiva y definitiva de las especialidades enfermeras en Cantabria y el resto de comunidades. En un momento en el que la sociedad abre el debate sobre el futuro asistencial a una población cada vez más envejecida y con un mayor grado de dependencia y cronicidad, el desarrollo de las especialidades enfermeras y su implantación se han convertido en los elementos claves del éxito en la transformación y avance de los cuidados profesionales. Cantabria sin embargo se encuentra a la cola en lo que a su desarrollo e implantación se refiere. Se necesita un fuerte impulso y una apuesta profesional decidida para su integración en nuestro actual sistema sanitario. Las especialidades enfermeras en nuestra región y su implantación sufren un retraso histórico en relación con el resto de comunidades autónomas que sí han apostado por su desarrollo e implantación. Es por todo ello, por lo que desde el Colegio se vienen trabajando desde hace meses en la integración del personal estatutario fijo e interino, tal y como se acordó en la Mesa Sectorial y en la creación de las unidades docentes multidisciplinares para dar respuesta a la presente la necesidad de formar especialistas. Cabe destacar que recientemente se ha solicitado la agilización de los trámites necesarios para la acreditación de la unidad docente de la especialidad enfermera de Salud Mental y Enfermería Familiar y Comunitaria; y que se agilice la tramitación para la solicitud de la acreditación del resto de unidades docentes: Pediatría, Enfermería del Trabajo y Geriatría.
Todo ello se ha realizado gracias al trabajo y dedicación de los miembros del grupo de trabajo de seguimiento de las especialidades enfermeras del Colegio de Enfermería de Cantabria que desde su creación hace más de dos años han mantenido reuniones periódicas con representantes, sindicales, sociedades científicas, agentes sociales y miembros de la Administración regional con el objetivo de impulsar su implantación en nuestro sistema sanitario. La falta de definición y concreción del futuro modelo de gestión sanitaria dificulta, aún más si cabe, la integración plena de las especialistas enfermeras en cuidados profesionales concretos y su desarrollo profesional autónomo.
Gestión sanitaria.
Por otro lado, expertos en gestión sanitaria opinan que sí parece un contrasentido el criterio aplicado por el Estado para la integración en el sistema de las enfermeras especialistas. Mientras que se forma a especialistas, el modelo asistencial no se adapta para beneficiarse de los cuidados profesionales especializados. En un contexto social en el que los ciudadanos y pacientes cada vez están más informados, exigentes y participativos la sanidad debe evolucionar para favorecer la carrera profesional de los sanitarios. De esta manera, se favorecerá la evolución de un modelo centralista a otro con mayor grado de autonomía asistencial.
Evolución de las especialidades enfermeras.
El Real Decreto 450/2005 de 22 de abril, es la normativa actual por la que se regula la obtención del título de Enfermero especialista. El texto, publicado en el BOE de 6 de Mayo de 2005, actualiza el catálogo de Especialidades de Enfermería y establece que son siete: Obstétrico-ginecológica, Salud Mental, Trabajo, Geriátrica, Pediátrica, Familiar y Comunitaria y Médico-quirúrgica.
En los últimos años, especialidades enfermeras como la Enfermería Obstétrico-Ginecológica ha sido la única vinculada al puesto y suele ser la preferida por los residentes, pues es con la que tienen opciones de trabajar de especialista. Se han formado cerca de 4.000 nuevas matronas y un 92 % trabaja como especialista, según un estudio de M.ª Isabel Sánchez Perruca publicado en Matronas Profesión. Así por ejemplo, en Enfermería de Salud Mental sólo unas pocas autonomías han vinculado la especialidad al puesto de trabajo lo que ha supuesto en los últimos 14 años un gasto importante en formación que no ha revertido después en la atención y cuidados a los enfermos mentales. Por su parte en Enfermería del Trabajo en España se estima que cerca de 14.000 enfermeros trabajan en materia de salud laboral. Desde la entidad que los aglutina, la Asociación de Enfermería del Trabajo (AET), quieren reivindicar un incremento en el número de plazas de formación de especialistas, así como el desarrollo “de la prevención de riesgos laborales desde la vigilancia de la salud en el área de enfermería”, pues, como explica Araceli Santos, presidenta de la AET, se trata de un ámbito en el que “está todo por desarrollar”. En este sentido, la Enfermería Geriátrica es la especialidad enfermera que menos plazas convoca. El desarrollo y la implantación de la especialidad de Enfermería Geriátrica, fue aprobada en el Real Decreto 450/2005, de 22 de abril, sobre especialidades de Enfermería. Sin embargo, según la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica (SEEGG) a pesar de la creación de la especialidad hace más de 18 años “esto no quiere decir que el sistema sanitario y social nos contrate como tales, todas (o casi todas) las enfermeras que trabajan con mayores están contratadas como generalistas, aunque la mayoría tienen la especialidad (el título)”. En el caso de la Enfermería Pediátrica en el año 2003 ante la aparición del proyecto de R.D. en el que desaparecía la especialidad como tal, la Asociación Española de Enfermería de la Infancia tomó la iniciativa y protagonizó la lucha por la Especialidad, durante 2003 y 2004, mediante asambleas informativas, envío de correos a hospitales, escuelas universitarias y colegios profesionales, también se mantuvieron reuniones con los responsables de los Ministerios de Sanidad y de Educación, se recogieron firmas y se entregaron en ambos ministerios, hasta que en mayo de 2005 se publicó el R.D. 450/2005-BOE 6 de Mayo, donde se contempla la Especialidad de Enfermería Pediátrica. La asociación participa en la Comisión Nacional para la Especialidad de Enfermería Pediátrica, cuyo programa formativo se publicó en junio de 2010 (Orden SAS/1730/2010- BOE, 29 de Junio), desde entonces la Comisión entre otras actividades, trabaja en la Acreditación de Unidades Docentes para la enseñanza de la Especialidad y la Asociación Española de Enfermería Pediátrica (AEEP) participa activamente en la misma. Por su parte, en el caso de la Enfermería Familiar y Comunitaria la formación EIR se convocó por primera vez en 2010, con 132 plazas, la mayoría en unidades docentes multiprofesionales. La falta de planificación está suponiendo un atraso constante en la creación de unidades docentes, en parte por la inexistencia de un modelo sanitario a seguir, definiendo sus objetivos, categorías y ubicación de los puestos de trabajo. Por último, y en lo que respecta a Enfermería en Cuidados Médico-Quirúrgicos es junto a la anterior especialidad, la única en la que queda pendiente la celebración de las pruebas de evaluación de la competencia. Ya en mayo de este año esta situación provocó que el Sindicato de Enfermería (Satse) remitiera un escrito de queja al Defensor del Pueblo, Francisco M. Fernández Marugán, para que instara al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a que hicieran posible la celebración urgente de la prueba de evaluación de la competencia para la obtención del título de especialista de Enfermería Familiar y Comunitaria por la vía excepcional, así como la aprobación del programa formativo de la especialidad de Enfermería de Cuidados Médico-Quirúrgicos.