Son las enfermeras las que deben realizar o supervisar esa labor en los centros de mayores
El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) ha desestimado el recurso interpuesto por la Fundación propietaria de la Residencia Santa Ana de Santoña tras la denuncia interpuesta por el sindicato UGT por encargar a las gerocultoras (auxiliares de clínica) la administración de medicamentos a los residentes sin personal de enfermería para supervisarlo.
La sentencia ratifica el fallo judicial del Juzgado de lo Social número 4 de Santander que respondió a una denuncia de UGT «por atribuirse a las gerocultoras funciones profesionales que no las corresponde, salvo que esté presente personal de enfermería que supervise cómo se administran los medicamentos a los residentes», por lo que el Juzgado obligó a la residencia de mayores a modificar los planes de trabajo de las gerocultoras.
UGT ha informado que la sentencia deja claro que “corresponde a las enfermeras la preparación de la medicación y la supervisión de su administración” y que “las gericultoras pueden administrarlo pero siempre que exista tal supervisión y que la medicación haya sido preparada por la enfermera”, desestimando así la posibilidad que esgrimía el geriátrico de que las gerocultoras administraran los medicamentos previamente preparados y, si hubiera alguna incidencia, se pondrían en contacto telefónico con la propia enfermera del centro o con el 061.
Según la responsable regional del Sector de Dependencia de UGT en Cantabria, Margarita Pelayo, la nueva sentencia “pone las cosas en su sitio y demuestra que a las gerocultoras se las obliga a hacer de todo para cubrir la falta de personal e incluso funciones que corresponden a otros profesionales con su correspondiente titulación”.