El Colegio reivindica el desarrollo y la práctica generalizada en Cantabria de la cirugía menor enfermera en el ámbito de sus competencias profesionales

  • 18/10/18
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Desde que en 1888 se regulara por primera vez la cirugía menor como competencia propia del practicante, esta actividad enfermera siempre ha estado íntimamente ligada a sus competencias profesionales. Desde el Colegio de Enfermería de Cantabria siempre se ha potenciado su formación y desarrollo y se unen a las reivindicaciones realizadas desde el Colegio de Enfermería de Cádiz en este sentido:https://www.youtube.com/watch?v=iJ-ApfL-18o

La Cirugía Menor se ha convertido en una práctica habitual desarrollada por los enfermeros españoles cuyo origen y reconocimiento se remonta al siglo pasado con la creación, en 1888, de la figura del practicante en medicina, cirugía menor y parto normal.  En este sentido, los enfermeros cántabros se unen a las reivindicaciones realizadas desde el Colegio de Enfermería de Cádiz quienes han realizado un vídeo explicativo de los retos a los que se enfrenta esta actividad enfermera en el actual ámbito de sus competencias profesionales sanitarias. La aparición de nuevas competencias en el ámbito de los cuidados profesionales ha influido negativamente en los conocimientos de esta actividad competencial enfermera en los planes de estudio, haciendo residual su práctica asistencial. Esta circunstancia obliga a aquellos profesionales interesados en el ejercicio de esta actividad a formarse con cursos de posgrado en cirugía menor, para obtener los conocimientos necesarios para la realización de esta práctica profesional, a pesar de que desde 1945 existe una normativa que autoriza a los enfermeros a la realización de cirugía menor.

El Consejo General de Enfermería ya definió en 1990 la cirugía menor como “aquellas intervenciones realizadas conforme a un conjunto de técnicas quirúrgicas regladas, orientadas al tratamiento de ciertas afecciones, bajo anestesia local, en régimen ambulatorio, sin problemas médicos coexistentes de riesgo y que, habitualmente, no requieren reanimación posoperatoria”.

En parecidos términos, se ha pronunciado José Antonio Galiana, experto en cirugía menor y presidente de la Sociedad Científica Gadicime, quien además de impulsar esta actividad solicita apoyo formativo para “no sólo tener la acreditación legal, sino la práctica para su ejercicio profesional”. Actualmente, no existe ningún recorrido académico reconocido para la realización de la cirugía menor por lo que los expertos y profesionales solicitan la realización de un protocolo en el que se incluya las técnicas y las prácticas para su ejercicio, tanto en su grado básico, como en el avanzado.  En ambos caso, su implantación progresiva y desarrollo profesional y competencial implicaría, según los expertos, la mejora de la accesibilidad al sistema sanitario, disminuyendo los trámites burocráticos, además de facilitar el diagnóstico precoz al disminuir el tiempo de espera, entre otras muchas cuestiones.

Esta actividad profesional está avalada por estudios de profesionales y tesis doctorales que demuestran que la cirugía menor realizada por enfermeros preparados no comporta más riesgos y disminuye los gastos. Además, la regulación de la prescripción enfermera de medicamentos y productos sanitarios ha incidido favorablemente en su desarrollo, dotando de la seguridad jurídica necesaria para el desarrollo por parte de los enfermeros de esta actividad profesional.    Para los profesionales y expertos en esta materia resulta fundamental homogeneizar los protocolos de actuación en todas las comunidades autónomas que impulsen este procedimiento asistencial, por lo que solicitan la implicación de las universidades, colegios profesionales y expertos para la confección y puesta en marcha de un procedimiento único que cubra todas las necesidades asistenciales en esta materia.

Países como Reino Unido o Canadá ya prevén estos procedimientos de una manera regular y en España comunidades como la andaluza han avanzado en su implantación y desarrollo, incluso en hospitales o en las unidades de cirugía menor ambulatoria.

Desde el Colegio de Enfermería de Cantabria se unen a las peticiones que reclaman el desarrollo de esta actividad y su integración plena en la práctica profesional enfermera. Para ello, el apoyo a la investigación es fundamental para su impulso, al igual que el de las administraciones públicas, las instituciones educativas y las sociedades científicas.